martes, 19 de junio de 2012
Visión del dolor.
El dolor dura un momento,
un sólo momento eterno,
aunque lo que menos importa es el tiempo.
Ese momento es mi vida,
entre el cielo y el infierno,
antes de entregarle mi corazón al viento.
El dolor da forma a nuestra ira,
nos alerta, nos cambia y nos inspira.
En el dolor arderé
hasta que acaben mis días,
y la soledad se convierta en mi única compañía.
La verdadera muerte es el olvido.
Si aún me recuerdas, olvídame,
estaré mejor cuando me haya ido.
El dolor se habrá convertido
en una tumba de desánimo derretido.
Escribiré desde el infierno,
tendré mi sangre, mi dolor, y el tiempo.
Escribiré palabras que harán que olvides
que hubo alguien en su momento
capaz de darle su corazón al viento.
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