miércoles, 21 de septiembre de 2011

The Unnamed Feeling


No tiene nombre. Es imposible ponerle nombre a algo que causa tanto dolor.

Es una sensación impasible. Te recorre las venas con cada momento de decepción, tristeza, impotencia o depresión, para intensificarlos, y hacer que no seas nada.

Es incontrolable. No puedes reprimirlo, está impuesto en todas las fibras de tu ser para reaccionar, tomar el control de ti, y hundirte.

En mi, siempre está activo. Es la vida que tengo. Simplemente, ¿a algo que carece totalmente de amor se le puede llamar vida? Siempre creí que habría un tiempo para la felicidad. Pero el intervalo hasta ese momento me va a matar mucho antes de que llegue.

Tomé una decisión una vez. No volvería a dejar que me volviera a controlar. Pero no puedo  por mi mismo. Es una fuerza mucho mayor que la que hay dentro de mi, y no puedo evitar que se apodere de mi, y me haga ser un monstruo. Bueno, más todavía.

Sólo quiero reprimirlo. Que no me vuelva a afectar nunca. Amplifica todos mis pensamientos oscuros, y los vuelve contra mi. Quiero cambiar eso.

Hay un sitio en el que no puede afectarme. Un lugar seguro, en mi mente. Es mi protección más eficaz frente a todo. El problema está que en ese sitio hay un amor tan potente que duele mucho más que el sentimiento innombrable.

En ese lugar está ella.

Es un pequeño rayo de luz en el mar de oscuridad formado por mi mente y mi corazón. Esa luz duele entre tanta oscuridad.

Ese amor me impulsa a seguir hacia adelante. Saber que hay un sitio en el que el sentimiento innombrable pueda ser derrotado me hace ser capaz de soportar todo el dolor del amor, por muy duro que sea.

Eso es mi mente. Un sentimiento tan fuerte que puede matarme, y un amor tan fuerte que puede destruir al sentimiento innombrable. Pero también puede destruirme a mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario